¿QUIÉN FUE LA DAMA ROJA?

Estuvimos visitando el Centro de Arte Rupestre de Cantabria y la exposición temporal de la Dama Roja, tras su reciente inauguración el pasado día 3 de marzo. (Articulo publicado en el diario de noticias Relinchu)

Imagen del Centro de Interpretación de Arte Rupestre de Cantabria

El flamante Centro de Interpretación del Rupestre se ubica a escasos 300 metros de la localidad de Puente Viesgo, en la carretera que conduce a las cuevas del Monte Castillo. Es un espacio moderno y luminoso de más de 500 m2, organizado en distintas salas y terrazas con espacios verdes tipo Zen, que aún precisan de los últimos acabados. Nuestro guía Daniel Garrido estimó que esté a pleno rendimiento para el próximo verano. En cualquier caso, es un edificio con un enorme potencial, que se distribuye en las siguientes salas: la exposición permanente, que estará enfocada al arte rupestre y concretamente a las cuevas que no son accesibles. Pretende ser un complemento al Museo de Prehistoria (MUPAC) y las cuevas visitables, que son un total de 7 de las 9 cuevas Patrimonio de la Humanidad (UNESCO), con las que cuenta Cantabria actualmente. Durante este mes es posible visitarlas de forma gratuita. La exposición temporal, con exposiciones itinerantes como la de la Dama Roja, constituye el buque insignia de este nuevo centro. Son los restos de una mujer de raza africana de unos 18.000 años de antigüedad, encontrados en la cueva del Mirón. Se trataba de una mujer robusta, de unos 35 años y 160 cms de altura. Las diferentes pruebas de ADN nos indican que era de pigmentación negra y los restos de sarro de sus dientes, apuntan a una alimentación perfecta, que favoreció su gran longevidad para la época. Sabemos que su completísima alimentación estaba basada en alimentos de origen terrestre y ocasionalmente de recursos marinos. En la cueva se encontraron restos de la fauna del Magdaleniense inferior, donde predominan el ciervo y la cabra montesa, además de vértebras de salmón. En sus dientes también se encontraron restos de tejidos vegetales y esporas, que constituyen el primer testimonio del consumo de al menos dos variedades de setas en el Paleolítico. De la dama sólo se conservan los huesos cortos, ya que los largos pudieron ser llevados a un enterramiento secundario o bien removidos por los cánidos o algún lobo de la zona. En cualquier caso, su cuerpo se volvió a enterrar y sus huesos fueron cubiertos de ocre rojo. Finalmente, lo taparon con lajas de piedra. Es un enterramiento ritual, que muy probablemente correspondió a una mujer con un puesto alto en la sociedad paleolítica. Sabemos que constituían sociedades cazadoras y recolectoras. Y mi hipótesis, observando los restos de hongos encontrados en su dentición, es si esta dama pudo desempeñar un rol destacado en dicha sociedad como experta recolectora de setas. Seguramente sabía distinguir las tóxicas de las beneficiosas y ese conocimiento le valió un status privilegiado en su grupo, además de una sana alimentación. La antropología es una ciencia que se refuta cada muy poco tiempo con nuevos hallazgos. De ahí su enorme atractivo, pero a la vez incertidumbre y cómo humilde antropóloga no ejerciente, he querido aportar mi semilla…

Huesos de la mandíbula y extremidades de la Dama Roja

El centro cuenta asimismo con un archivo documental con publicaciones de Cantabria y un salón multiusos para la presentación de libros, charlas, aunque no sean estrictamente de prehistoria. En un futuro próximo también se habilitará una zona de cafetería y una tienda con merchandising. Actualmente se utiliza como centro de recepción de visitantes y call center para la gestión de las visitas guiadas a las cuevas.

            Os recomendamos encarecidamente su visita, que además es gratuita.  También os recordamos que el acceso a las cuevas es gratuito durante este mes de Marzo, previa reserva online o a través de su call center en: https://cuevas.culturadecantabria.com/reservas/ o en el teléfono: 942-59-84-25.

“No soy partidario de reconstruir la Horadada o el Puente del Diablo”-Gerardo García-Castrillo


El biólogo y antiguo director del Museo Marítimo, Gerardo García-Castrillo, impartió la charla “Acantilados de Cantabria. Historia Natural”, el pasado lunes 27 de Febrero en el Museo Marítimo del Cantábrico.

Gerardo García-Castrillo enseñando una diapositiva

El ponente fue presentado por la nueva directora del Museo, Lucía Fernández Granados, historiadora y doctora en patrimonio por la Universidad de Cantabria, que ya formaba parte de la plantilla del Museo. En una clara y estructurada exposición, amenizada con esquemas e imágenes fotografiadas por él mismo, resaltó la extraordinaria diversidad de los acantilados de Cantabria, que constituyen un 42% de los 284 kms de costa. El grueso de la Cantabria litoral se forma en el cretácico y concretamente en la era cenozoica. En este mismo período se forma la Costa
Quebrada, que va a servirle de ejemplo a lo largo de toda la exposición. Desde el punto de vista geológico es un gran pliegue sinclinal y nada tiene que envidiarle al flysch de Zumaia, ya que es como “un flysch en pequeñito”. También es de reseñar la forma muy típica del acantilado en meseta de la bahía de Santander, con los cabos de Ajo y Quejo y la importancia de lo que Gerardo García denominó la “poda éolica” en la formación de los acantilados, ya que las olas se producen en función del viento, que predominantemente de componente sur, va erosionando las rocas. La Ojerada de Ajo es un ejemplo bello y curioso de esta “poda”. En ocasiones, algunas de estas obras de arte naturales, creadas de forma casual y casi mágica, acaban por derrumbarse de forma cruel, como es el caso de la Isla de la Horadada o el
Puente del Diablo. El biólogo no es partidario de su reconstrucción. También existen otros accidentes costeros peculiares, como los bufones, que se forman cuando el mar erosiona esta caliza del cretácico superior y forma dolinas, a través de las cuales se origina un característico silbido y los chorros de mar similares a un géiser. El más destacado es el bufón de la Ojerada, pero no es fácil de ver, salvo con las mareas altas y fuertes de otoño e invierno. En una de la diapositivas a vista de pájaro, mostró la línea de regresión de los Urros de Liencres, que cuenta con más de 100 millones de años de historia. También mostró como en las zonas de sedimentación, donde no hay corrientes, se formaron los arenales. No obstante, Gerardo García destaca el fuerte impacto de la antropización en playas como la del Portio, que
es un componente más de los acantilados de Cantabria. En muchas de sus fotografías nos mostró la niebla o partículas de agua salada, originadas por el oleaje que de forma preciosista se denomina “hálito marino” o “meresía”.

En la segunda parte de la conferencia, nos muestra la composición de la flora de los acantilados. La particularidad del encinar relicto en el Buciero o en el Candina. Son predominantes el brezo, como el brezal denso de Santa Marina alternando con el tojo toxio o escajo. La festuca rubra se ubica en zonas de fuertes vientos, ya que los soporta mejor que el tojo. En la playa de Portio se pueden encontrar buenas praderas. Otras especies de este hábitat son la zanahoria silvestre, la jacobea marítima, la genista hispánica, la hierba de los enamorados, el llantén o el hinojo marino, que muchos barcos recolectaban a su paso por la isla de Mouro. Con respecto a las aves, son destacables la paloma bravía, el milano negro, los paíños, las gaviotas y los cormoranes. Vulgarmente se les llama “cuervos marinos” y de ahí viene el nombre de la isla de la Corvera, que se encuentra junto a la de Mouro. Otra peculiaridad de la costa cántabra es la existencia de buitreras al lado del mar, como las del Monte Candina, las más septentrionales de España.

Medusa flotando en el medusario del Museo Marítimo

Para finalizar su disertación, Gerardo García-Castrillo explicó que era imposible extender la explicación a las zonas intermareales, ya que no acabaría nunca. A cambio hizo una amena explicación de la leyenda del culebre. Un ser mitológico con forma de serpiente que habitaba los bufones y que quedó prendado de una doncella que curioseaba en los acantilados. El culebre intentó seducirla adoptando la silueta de un apuesto caballero. El padre de la chica los sorprendió y encolerizado, los lanzó contra los acantilados. Los sonidos atronadores de los bufones, han permanecido
como metáfora de los lamentos de los dos amantes.


*Si deseáis conocer más acerca de los acantilados y espacios intermareales, podéis tomar parte en las visitas guiadas
que celebra la asociación Costa Quebrada: https://parquegeologicocostaquebrada.com/actividades/. Son
particularmente interesantes los Safaris Intermareales nocturnos para conocer la parte de los acantilados de Cantabria
que no dio tiempo a exponerse en la charla.

Esqueletos de ballenas en el Museo Marítimo

*Durante este mes de Marzo, tendrán lugar talleres de fin de semana, escolares o del museo en familia, …que pueden ser de vuestro interés y para los que es necesaria inscripción en el teléfono del Museo Marítimo: 942-27-49-62 o en el correo: taquilla.mmc@srecd.es . Podréis obtener más información en:
Museos de Cantabria (@MuseosCant) / Twitter
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