Soy antropóloga, aunque me dedico profesionalmente al sector turístico. Este blog pretende englobar todo lo que tiene que ver con el arte, la etnografía y la cultura de mi región. Porque el paisaje y la naturaleza de Cantabria es también un "arte vivo" que es necesario preservar...
Lucía entró en el Museo a visitar la exposición de Rori Horn. Nunca había podido ver su obra en directo y para ella era un día especial, porque tenía la maravillosa oportunidad de verla por primera vez en Santander. La chica de taquillas le saludó amablemente, mientras la condujo a la sala de los buckets. De pronto, todo se halló en penumbra y su guía había desaparecido. Los buckets eran unos cubos semitransparentes de vidrio esmerilado. A Lucía le extrañó que no hubiera nadie en la sala y que todo se hallara enigmáticamente tranquilo. Así todo, le venció la curiosidad por contemplar aquellos misteriosos cubos de aire. Se asomó al más profundo de todos y contempló con horror, como dentro de él había una mujer atrapada. Se acercó para verla con mayor detenimiento y para su espanto, observó como aquella mujer era ella misma, que se encontraba atrapada y cristalizada en su interior. El corazón de Lucía comenzó a latir con mucha fuerza y notó que se mareaba por la ansiedad. Intentó hacer los ejercicios de respiración que le habían enseñado en su clase de yoga y una vez recuperó la calma, comprobó con desasosiego cómo cambiaba de perspectiva si se asomaba por encima haciendo un efecto de lupa, que le acercaba más a sí misma. Pasó la palma de su mano sobre la de su gemela y notó como en su rostro se relajaban las facciones. De pronto la sala se volvió a iluminar y un haz de luz de un foco superior se proyectó sobre el bucket. Lucía contempló con asombro como aquella figura se levantaba lentamente, salía del profundo cubo con flexibilidad felina y se dirigía a una sala completamente iluminada por la luz natural de la Bahía de Santander.
Fotografía cedida por Belén de Benito
En aquella sala había más buckets, menos profundos y casi diáfanos de los que salían más “Lucías” con diferentes atuendos, unos de colores vivos y cálidos y otros con colores fríos. Todas ellas se dirigieron al transparente ventanal y desde allí saltaron a las límpidas aguas del Cantábrico. Lucía sintió una inmensa sensación de libertad. De pronto sonó una alarma y se sorprendió sentada en una sala muy acogedora sobre una especie de diván. Con la vista aún borrosa, vislumbró la figura de un hombre que le susurraba con una voz cálida y acogedora: “tu sesión de hipnosis de hoy ha terminado”.
– ¿Cómo te sientes, Lucía?
-Mucho mejor, mucho más relajada- dijo Lucía esbozando una beatífica sonrisa.
Acudimos al Molino de Mareas de Santa Olaja en la Marisma del Joyel del municipio de Arnuero, para asistir a la visita teatralizada que, bajo el título, “Marcial, el pícaro molinero”, se representa bajo reserva previa durante la temporada alta.
Marco y Cristina en la visita teatralizada
El pasado día 12 de abril nos acercamos al Molino de Santa Olaja en Arnuero, para hacer su visita guiada. Marco y Cristina han escrito y protagonizan esta visita teatralizada, que, de forma satírica e ingeniosa, al estilo de las comedias picarescas de Lope de Vega, puede presenciarse durante una hora. Su protagonista Marcial, es un pícaro molinero que nos narra cómo es el proceso de la molienda, a la vez que vivimos sus devaneos amorosos con Josefa, mujer casada con Cipriano. El Molino de Santa Olaja, que originalmente fue bautizado como “Santa Eulalia”, formaba parte de una extensa red de molinos de mar que poblaban la comarca de Trasmiera. Eran molinos harineros que facilitaron el progreso económico de la comarca. A esta zona perteneció un importante consorcio de canteros que construyeron este molino. Su obra se inició por decisión popular en el siglo XIV y ha estado activo hasta 1956. Cuenta con 6 arcos de medio punto, muros de contención y tajamares y llegó a tener hasta 9 ruedas en servicio. Fue una construcción imponente para la época y su porte permitió su uso como improvisado muelle de carga para la madera de los bosques colindantes, que partía hacia los astilleros de Guarnizo y Santander. Juan Fernández de Isla y Alvear, destacado prohombre trasmerano, que construyó barcos, ferrerías, fábricas de loza, adquirió posteriormente la participación mayoritaria de este ingenio.
El funcionamiento de estos molinos estuvo marcado desde su inicio por la fuerza de las mareas. Durante la bajamar se abrían las compuertas que liberaban el agua embalsada y ponían en marcha el mecanismo que hacía girar las piedras del molino para efectuar la molienda. El Molino de Santa Olaja es uno de los pocos que conservan dos de sus mecanismos completos, por lo que es posible ver el proceso de principio a fin. El ir y venir de la luna, es el que también regía el trabajo de estas prodigiosas construcciones. Y lo que es más importante, en torno a ellas se desarrollaba la vida cotidiana del molinero y sus visitantes. No sólo acudían a buscar el sustento de la molienda, sino que allí compartían y comentaban los acontecimientos cotidianos. Era un centro social y las lenguas maldicientes o lo que serían cotillas de hoy en día, alimentaron el mito del pícaro molinero, que pasaba sus horas ociosas entre molienda y molienda, seduciendo a las mujeres proclives a sus encantos. Quizás de ahí provenga la célebre expresión, “pasar por la piedra”.
Finalmente, estas edificaciones entraron en declive por la construcción en Castilla de sus propios molinos harineros y la decadencia del comercio con Castilla. Las marismas circundantes se rellenaron para dedicarlas a cultivos y pastos. Marco y Cristina nos narran los recuerdos de su niñez, cuando se utilizaban dichos terrenos como estercolero y de cómo se comenzó la restauración de la marisma del Joyel y del propio molino en 1996. Su rehabilitación es fiel al original, diferenciando la parte antigua, que se hallaba en ruinas, de la reconstruida con unos sillares distintos. Es a mi entender, la forma más acertada de reconstruir un edificio y de resaltar el mérito arquitectónico, tanto de los antiguos maestros canteros, como de los restauradores actuales en su esfuerzo por ponerlo en valor. En torno a este molino se articuló en el año 2000 un proyecto de restauración integral de las edificaciones, tradiciones y cultura de la zona, que se denomina Ecoparque de Trasmiera y como reza su slogan turístico “es un museo a cielo abierto” y ha sido premio Hispania Nostra 2012 y Europa Nostra 2014.
Por cortesía de nuestros entusiastas guías, pudimos conocer otro de sus centros de interpretación, la Casa de las Mareas. Cuando se iniciaron sus labores de restauración no era más que una cuadra en ruinas y hoy en día se erige como centro de recepción de visitantes del Ecoparque. Cristina nos mostró el funcionamiento de las mareas de una forma muy sencilla y didáctica. No en vano, reciben numerosas visitas de escolares durante todo el año. Nos expuso la influencia del sol y la luna que actúan como imanes en el funcionamiento de las mareas. Marco nos explicó el impacto que había generado la restauración de la Marisma de Joyel en la biodiversidad de las especies, poniendo énfasis en la langosta de Isla, su crecimiento, alimentación y pesca desde tiempos ancestrales. El edificio tiene una distribución y vistas espectaculares en voladizo sobre la marisma, con zonas de juegos, salas de reuniones e incluso acuarios con el ecosistema típico, donde hemos podido contemplar el caparazón recién mudado de una langosta o su alucinante proceso de muda grabado en vídeo.
Exterior de la Casa de las Mareas
Os recomendamos acudáis a visitar el Ecoparque de Trasmiera en cualquier época del año. La demostración del molino se hace con la bajada de la marea, por lo que sólo estará disponible para reservas en aquellos momentos del día. Las visitas teatralizadas se celebran en temporada alta bajo demanda. Podéis consultar la web para conocer la disponibilidad y reservar allí: https://reservas.ecoparquedetrasmiera.com/ o en su teléfono de contacto: 676-486-111.
Estuvimos visitando el Centro de Arte Rupestre de Cantabria y la exposición temporal de la Dama Roja, tras su reciente inauguración el pasado día 3 de marzo. (Artículo publicado en el diario de noticias http://www.relinchu.com)
Imagen del Centro de Interpretación de Arte Rupestre de Cantabria
El flamante Centro de Interpretación del Rupestre se ubica a escasos 300 metros de la localidad de Puente Viesgo, en la carretera que conduce a las cuevas del Monte Castillo. Es un espacio moderno y luminoso de más de 500 m2, organizado en distintas salas y terrazas con espacios verdes tipo Zen, que aún precisan de los últimos acabados. Nuestro guía Daniel Garrido estimó que esté a pleno rendimiento para el próximo verano. En cualquier caso, es un edificio con un enorme potencial, que se distribuye en las siguientes salas: la exposición permanente, que estará enfocada al arte rupestre y concretamente a las cuevas que no son accesibles. Pretende ser un complemento al Museo de Prehistoria (MUPAC) y las cuevas visitables, que son un total de 7 de las 9 cuevas Patrimonio de la Humanidad (UNESCO), con las que cuenta Cantabria actualmente. Durante este mes es posible visitarlas de forma gratuita. La exposición temporal, con exposiciones itinerantes como la de la Dama Roja, constituye el buque insignia de este nuevo centro. Son los restos de una mujer de raza africana de unos 18.000 años de antigüedad, encontrados en la cueva del Mirón. Se trataba de una mujer robusta, de unos 35 años y 160 cms de altura. Las diferentes pruebas de ADN nos indican que era de pigmentación negra y los restos de sarro de sus dientes, apuntan a una alimentación perfecta, que favoreció su gran longevidad para la época. Sabemos que su completísima alimentación estaba basada en alimentos de origen terrestre y ocasionalmente de recursos marinos. En la cueva se encontraron restos de la fauna del Magdaleniense inferior, donde predominan el ciervo y la cabra montesa, además de vértebras de salmón. En sus dientes también se encontraron restos de tejidos vegetales y esporas, que constituyen el primer testimonio del consumo de al menos dos variedades de setas en el Paleolítico. De la dama sólo se conservan los huesos cortos, ya que los largos pudieron ser llevados a un enterramiento secundario o bien removidos por los cánidos o algún lobo de la zona. En cualquier caso, su cuerpo se volvió a enterrar y sus huesos fueron cubiertos de ocre rojo. Finalmente, lo taparon con lajas de piedra. Es un enterramiento ritual, que muy probablemente correspondió a una mujer con un puesto alto en la sociedad paleolítica. Sabemos que constituían sociedades cazadoras y recolectoras. Y mi hipótesis, observando los restos de hongos encontrados en su dentición, es si esta dama pudo desempeñar un rol destacado en dicha sociedad como experta recolectora de setas. Seguramente sabía distinguir las tóxicas de las beneficiosas y ese conocimiento le valió un status privilegiado en su grupo, además de una sana alimentación. La antropología es una ciencia que se refuta cada muy poco tiempo con nuevos hallazgos. De ahí su enorme atractivo, pero a la vez incertidumbre y cómo humilde antropóloga no ejerciente, he querido aportar mi semilla…
Huesos de la mandíbula y extremidades de la Dama Roja
El centro cuenta asimismo con un archivo documental con publicaciones de Cantabria y un salón multiusos para la presentación de libros, charlas, aunque no sean estrictamente de prehistoria. En un futuro próximo también se habilitará una zona de cafetería y una tienda con merchandising. Actualmente se utiliza como centro de recepción de visitantes y call center para la gestión de las visitas guiadas a las cuevas.
Os recomendamos encarecidamente su visita, que además es gratuita. También os recordamos que el acceso a las cuevas es gratuito durante este mes de Marzo, previa reserva online o a través de su call center en: https://cuevas.culturadecantabria.com/reservas/ o en el teléfono: 942-59-84-25.
El biólogo y antiguo director del Museo Marítimo, Gerardo García-Castrillo, impartió la charla “Acantilados de Cantabria. Historia Natural”, el pasado lunes 27 de Febrero en el Museo Marítimo del Cantábrico.
Gerardo García-Castrillo enseñando una diapositiva
El ponente fue presentado por la nueva directora del Museo, Lucía Fernández Granados, historiadora y doctora en patrimonio por la Universidad de Cantabria, que ya formaba parte de la plantilla del Museo. En una clara y estructurada exposición, amenizada con esquemas e imágenes fotografiadas por él mismo, resaltó la extraordinaria diversidad de los acantilados de Cantabria, que constituyen un 42% de los 284 kms de costa. El grueso de la Cantabria litoral se forma en el cretácico y concretamente en la era cenozoica. En este mismo período se forma la Costa Quebrada, que va a servirle de ejemplo a lo largo de toda la exposición. Desde el punto de vista geológico es un gran pliegue sinclinal y nada tiene que envidiarle al flysch de Zumaia, ya que es como “un flysch en pequeñito”. También es de reseñar la forma muy típica del acantilado en meseta de la bahía de Santander, con los cabos de Ajo y Quejo y la importancia de lo que Gerardo García denominó la “poda éolica” en la formación de los acantilados, ya que las olas se producen en función del viento, que predominantemente de componente sur, va erosionando las rocas. La Ojerada de Ajo es un ejemplo bello y curioso de esta “poda”. En ocasiones, algunas de estas obras de arte naturales, creadas de forma casual y casi mágica, acaban por derrumbarse de forma cruel, como es el caso de la Isla de la Horadada o el Puente del Diablo. El biólogo no es partidario de su reconstrucción. También existen otros accidentes costeros peculiares, como los bufones, que se forman cuando el mar erosiona esta caliza del cretácico superior y forma dolinas, a través de las cuales se origina un característico silbido y los chorros de mar similares a un géiser. El más destacado es el bufón de la Ojerada, pero no es fácil de ver, salvo con las mareas altas y fuertes de otoño e invierno. En una de la diapositivas a vista de pájaro, mostró la línea de regresión de los Urros de Liencres, que cuenta con más de 100 millones de años de historia. También mostró como en las zonas de sedimentación, donde no hay corrientes, se formaron los arenales. No obstante, Gerardo García destaca el fuerte impacto de la antropización en playas como la del Portio, que es un componente más de los acantilados de Cantabria. En muchas de sus fotografías nos mostró la niebla o partículas de agua salada, originadas por el oleaje que de forma preciosista se denomina “hálito marino” o “meresía”.
En la segunda parte de la conferencia, nos muestra la composición de la flora de los acantilados. La particularidad del encinar relicto en el Buciero o en el Candina. Son predominantes el brezo, como el brezal denso de Santa Marina alternando con el tojo toxio o escajo. La festuca rubra se ubica en zonas de fuertes vientos, ya que los soporta mejor que el tojo. En la playa de Portio se pueden encontrar buenas praderas. Otras especies de este hábitat son la zanahoria silvestre, la jacobea marítima, la genista hispánica, la hierba de los enamorados, el llantén o el hinojo marino, que muchos barcos recolectaban a su paso por la isla de Mouro. Con respecto a las aves, son destacables la paloma bravía, el milano negro, los paíños, las gaviotas y los cormoranes. Vulgarmente se les llama “cuervos marinos” y de ahí viene el nombre de la isla de la Corvera, que se encuentra junto a la de Mouro. Otra peculiaridad de la costa cántabra es la existencia de buitreras al lado del mar, como las del Monte Candina, las más septentrionales de España.
Medusa flotando en el medusario del Museo Marítimo
Para finalizar su disertación, Gerardo García-Castrillo explicó que era imposible extender la explicación a las zonas intermareales, ya que no acabaría nunca. A cambio hizo una amena explicación de la leyenda del culebre. Un ser mitológico con forma de serpiente que habitaba los bufones y que quedó prendado de una doncella que curioseaba en los acantilados. El culebre intentó seducirla adoptando la silueta de un apuesto caballero. El padre de la chica los sorprendió y encolerizado, los lanzó contra los acantilados. Los sonidos atronadores de los bufones, han permanecido como metáfora de los lamentos de los dos amantes.
*Si deseáis conocer más acerca de los acantilados y espacios intermareales, podéis tomar parte en las visitas guiadas que celebra la asociación Costa Quebrada: https://parquegeologicocostaquebrada.com/actividades/. Son particularmente interesantes los Safaris Intermareales nocturnos para conocer la parte de los acantilados de Cantabria que no dio tiempo a exponerse en la charla.
Esqueletos de ballenas en el Museo Marítimo
*Durante este mes de Marzo, tendrán lugar talleres de fin de semana, escolares o del museo en familia, …que pueden ser de vuestro interés y para los que es necesaria inscripción en el teléfono del Museo Marítimo: 942-27-49-62 o en el correo: taquilla.mmc@srecd.es . Podréis obtener más información en: Museos de Cantabria (@MuseosCant) / Twitter Museos de Cantabria | Santander | Facebook
La abogada y experta en cine, Raquel Zaballa, fue la ponente de la charla “El arte en el cine” que se celebró el pasado 7 de Febrero en el Centro Gallego de Santander.
Raquel Zaballa estructuró su conferencia sobre el arte en el cine desde dos puntos de vista. Por un lado, la relación del cine con otras artes, centrándose particularmente en la pintura. La ponente explicó de forma detallada e ilustrativa, el tradicional vínculo del cine con la pintura en cameos que hemos podido ver en películas como La joven de la perla, protagonizada por Scarlett Johansson, que caracteriza con un parecido asombroso a la joven de la célebre pintura de Wermeer. Otro ejemplo del vínculo pintura-cine fue el Último tango en París. Bernardo Bertolucci visitó una exposición antológica de Francis Bacon y sugirió a Marlon Brando, que se inspirase en los personajes atormentados de la temática del pintor, para elaborar su propio papel. En este bloque, la oradora se centró sobre todo en Loving Vincent, un prodigioso trabajo cinematográfico en el que cada fotograma es un cuadro hecho al óleo y se pintaron un total de 65.000. Es otro increíble ejemplo de fusión cine-pintura. Las películas españolas también le sirvieron para ilustrar su discurso. Mencionó a Carlos Saura con sus películas sobre flamenco como Carmen o Tango. El famoso cuadro de la piscina de Hockney en la película La Mala Educación de Almodóvar. Particularmente excepcional fue El Perro del Hortelano, cuya directora Pilar Miró, consiguió trasladar fielmente la obra teatral escrita en verso por Lope de Vega, a cada escena de la película, que es “como una gran poesía” -afirmó Raquel Zaballa.
El otro bloque de la charla se centró en el arte como temática cinematográfica. A Raquel le interesan los biopic, por cómo transmiten la personalidad del artista. Individuos hipersensibles, atormentados, excéntricos pero a la vez llenos de genialidad. Biografías sobre Rembrandt, Turner…o películas como Ed Wood, dirigida por Tim Burton e interpretada magistralmente por Johnny Depp, que representa a un excéntrico y desastroso director de cine, con sueños de convertirse en una celebridad de Hollywood. Otras biografías inciden en artistas como activistas, como la del fotógrafo Sebastião Salgado o el artista Ai Weiwei. En la charla se hace especial referencia a las mujeres y su lucha por abrirse paso como artistas en un mundo de hombres. Las tramas de películas como Frida o Isadora, se centran más en ese esfuerzo heroico de las mujeres por hacer valer su arte, más que por su papel en la sociedad. La conferenciante también hace valer “su arte” para proponernos ricos ejemplos, que nacen de su increíble memoria para recordar fotogramas, diálogos y relacionar películas en torno a la temática del arte en el cine. Por suerte, el oyente aún tiene tiempo de tomar nota de los interesantes datos, con cada pausa hecha para el visionado de un fragmento. No obstante, recomendamos llevar bolígrafo y papel, porque las conferencias de Raquel siempre abarcan una vasta documentación sobre películas, que apetece visionar cuando llegas a casa.
Por último, pudiera parecer que la pintura tiene mucho más que aportar al cine, ya que el denominado Séptimo Arte es relativamente moderno y por algunos considerado un arte menor. Raquel Zaballa opina que esa relación es bidireccional, ya que se retroalimentan. “El pintor Edward Hopper pinta escenas que parecen cinematográficas”.
*Raquel Zaballa-Aldecosía imparte charlas sobre todo en el Centro Gallego los primeros martes de cada mes, aunque también lo ha hecho en centros cívicos, asociaciones de mujeres, …
Paloma y Pilar salieron con su coche a dar una vuelta por el valle encantado. No tenían un rumbo fijo, pero para Paloma siempre había una manera de impresionar a su amiga urbanita de carácter curioso. El confinamiento las había obligado a posponer su encuentro. Para Pilar era una liberación personal, venir a Valderredible después de tantos meses de incertidumbre. El coronavirus se había llevado a su padre y su vida se había parado como el charco cenagoso que tenían ante sí. Paloma aparcó su coche a la umbría de un robledal y sacó su mochila del maletero. Comenzaron a ascender por una empinada colina y cuando llegaron a su cima, Pilar se asombró de la preciosa cascada que tenían ante sí.
-Es la cascada del Tobazo; el agua emerge de una de las innumerables simas calcáreas que hay por todo el valle –dijo Paloma, posando su mochila junto a unos setos-. No muy lejos de allí se oía el griterío de unos chavales que hacían botellón en un descampado. Paloma comenzó a quitarse la ropa, ante la mirada atónita de su amiga.
-Qué haces, Paloma? ¡El agua tiene que estar congelada!
Paloma salió corriendo totalmente desnuda y sin pensarlo dos veces, fue sumergiéndose en una impresionante poza de aguas verdosas y transparentes. Pilar miró a su alrededor titubeante y comenzó a quitarse la ropa. Después, totalmente desnuda se encaminó sin demasiado entusiasmo a las gélidas aguas. Paloma comenzó a salpicarla burlona.
Ambas salieron contentas y dicharacheras del agua. Pilar sintió el agradable calor de la vasodilatación en su piel. Paloma buscó su mochila, pero no se hallaba donde la dejó. Bajaron al coche a toda prisa, pero estaba completamente cerrado. Su única opción era descender a la carretera y hacer autostop. Pilar improvisó sobre su cuerpo un escueto taparrabos con hojas de roble. Paloma, fiel a su carácter indómito, siguió desnuda con su amiga junto al arcén. Después de esperar pacientemente durante 2 horas bajo un sol abrasador, apareció una ranchera Peugeot destartalada de color amarillo limón. Paloma se colocó en plan suicida en medio de la carretera y el coche se vió obligado a frenar en seco. El conductor era un tipo de aspecto excéntrico y acento francés, que se ofreció a llevarlas a Orbaneja a por las llaves. También les proporcionó unas extravagantes camisas hawaianas de tamaño XXL. Durante el camino, repararon en que el francés andaba bastante achispado e iba dando bandazos de un lado al otro de la carretera.
-Chicasss, os invito a una copa en mi apartamento. Es el Cubo de Okuda, que véissss a mano derecha.
Las chicas accedieron, más por miedo a su torpe manejo, que por complacencia. El apartamento era espectacular y parecía volar sobre el río. Caía la noche. Mientras Paloma y su nuevo amigo descorchaban una botella de champán entre risas, Pilar se asomó a la barandilla del porche y sonriendo, contempló como el agua circulaba a toda prisa bajo sus pies. “Vuelvo a ser libre”.
El mural de la fotografía pertenece a la fachada del Albergue de Cicera en Peñarrubia, Cantabria y fue pintado por Roc Blackblock. Es uno de los street artists invitados por los Responsables del Año Jubilar Lebaniego, para jalonar de murales el Camino. Estas obras acompañan al peregrino en su fatigoso recorrido a Santo Toribio, son un tributo a su esfuerzo. Para ello se convocaron a diez artistas consolidados frente a autores cántabros que se presentaron a concurso público, jóvenes debutantes y creaciones de colectivos de ciudadanos. El resultado es atractivo e interesante, ya que representa un acicate para promocionar el Camino entre los propios peregrinos, los aficionados al street art y el turismo en general: http://wayart.es/
Roc Blackblock se considera un ilustrador “todo terreno”, ya que utiliza los mismos criterios, conceptualización y técnicas en muros, papel, lienzos,.. en todas sus creaciones. Aunque comenzó su trayectoria en el mundo de la ilustración y del tatoo, actualmente se ha especializado en el street art.
El contenido de su obra es muy social, reivindicando la dignidad y la justicia social , en un mundo dominado por el capitalismo depredador:
Sus últimos trabajos tienden a representar la nostalgia de lo tradicional, la recuperación de las tradiciones, como observamos en el mural del Albergue de Cicera, cuyo título es significativo: “Recuperar el pasado para entender el presente”. El retroceso de la densidad demográfica en las zonas rurales puede ir en detrimento de este objetivo. No en vano, Cicera cuenta solamente con 69 habitantes censados.
«Recuperar el pasado para entender el presente»- Roc Blackblock
En esta fachada utiliza su técnica habitual, que son stencils de gran formato combinados con la pintura grafiti a mano alzada. El estilo reivindicativo y técnicas utilizadas por Roc, están claramente influenciadas por Banksy. Hay quién podrá decir que parece una versión española del artista anónimo. En cualquier caso, el stencil es una técnica muy primitiva y el street art, tiene vocación reivindicativa desde sus orígenes.
Primer plano de «Recuperar el pasado, para entender el presente»
La novedad de este mural es que lleva la reivindicación social al ámbito rural y sirve a la vez de estímulo visual para los peregrinos que transiten por esta zona, que corresponde a la etapa más dura del Camino Lebaniego. En la comarca de Peñarrubia, es asimismo muy recomendable la visita a la Bolera de los Moros; el Mirador de Santa Catalina, con sus imponentes vistas del Desfiladero de la Hermida y la mágica ruta forestal de la Braña de los Tejos, antigua ara sagrada de los Cántabros:
Pedro Calderón es descendiente de una prolífica saga de artistas cántabros como el músico Juan Carlos; Fernando, pintor; o Ramón, escultor, pintor y músico respectivamente. Pedro empezó en el estudio de su Padre, imitándole los cuadros de barcos, para después coger su propia técnica y adaptarla a sus propios gustos. La Bahía de Santander y la cotidianeidad de la vida junto al mar, marcan la inspiración de esta familia de artistas de raza. En 2011 tuvo lugar una exposición colectiva que bajo el epígrafe “Calderón Inaudito”, reunió a esta larga estirpe: http://fundestic.es/eventos/ampliar.php/Id_contenido/2331/v/0/
Calderón se autodefine como una artista expresivo y afín al movimiento surrealista; se identifica con “Dalí y su parte menos esquizofrénica”. Es un pintor de gran imaginación, plasmándola de forma destacada en los decorados de sus exposiciones. Suele utilizar materiales variados, muchos procedentes del mar y le gusta mezclarlos en sus composiciones.
Barco
Marinas
La exposición sobre la guerra en el Espacio Inder, constó de obras inéditas y originales, concebidas para esta galería. Su fuente de inspiración son películas como Apocalypse Now, Platoon, The Pianist, La lista de Schindler y Senderos de Gloria.
Exposición de la Guerra en la Sala Inder
Cuadros de la Guerra
La clausura de la exposición, con lanzamientos de petardos y proyecciones de fragmentos de las citadas películas, se hizo en un tono vitalista y dinámico. Calderón evoca los recuerdos de su infancia, los juguetes y objetos bélicos que más llamaban su atención como los zepelines, las bombas, las maquetas o las propias películas. Para ello utiliza todo tipo de materiales, como collages, tubos de cartulina, maderas, redes, norays,.. que combina con buen gusto y un estilo lúdico. La elección de los fragmentos de películas con escenas como la del vuelo de los helicópteros al son de la Cabalgata de las Valquirias, también va encaminada hacia un objetivo estético más que dramático. Quizás sea una visión algo simplista y naif de la guerra, pero en este caso su pretensión no es reivindicativa y la ambientación con la parafernalia bélica o el propio atractivo de la sala Inder, con enormes espacios abiertos, contribuyen a este propósito.
Cuadros de la Guerra II
En el siguiente enlace podréis contemplar algunos de los momentos más brillantes de la inauguración:
*Agradecimientos a Inder Espacio por la cesión del enlace del vídeo.
Hoy nos desplazamos a Valderredible, comarca del Sur de Cantabria, para visitar el Molino de Tejada y conocer el ambicioso proyecto impulsado por su propietaria Celia Tejada, con la colaboración de Okuda.
Molino de Tejada
Celia Tejada es oriunda de la comarca y vive actualmente en San Francisco de California. Ha desarrollado su carrera profesional durante muchos años en la industria del diseño, es propietaria de viñedos en Sonoma y también dedica parte de su tiempo a la filantropía, siendo Presidenta del The Imagine Bus Project. Su plan es relanzar esta comarca poco conocida, de baja demografía, pero con una asombrosa riqueza patrimonial, atesorada en sus iglesias rupestres o en sus colegiatas de estilo románico. Celia cuenta con el apoyo de otro paisano, Okuda, que ha puesto “la primera piedra” del proyecto pintando una de las suites del Molino.
Headcube room
Okuda pintando el headcube
En su headcube room, el artista utiliza las técnicas que han afianzado su personal estilo. Sobre un fondo de pintura plástica negra, va trazando a golpe de spray sus perfiles de geometría orgánica, denominados facetillas, con los que va creando la composición de forma improvisada y colorista, sin bocetos y al son de la música hip-hop, único sonido que parece perturbar la sempiterna tranquilidad de la localidad de Rocamundo.
Parte trasera del headcube
La iconografía que es una marca constante en su obra desde 2008, vuelve a combinar animales y humanos, poniéndolos al mismo nivel. Su estancia en la India, marcó su camino hacia esa temática espiritual: las cuencas de los ojos de los personajes aparentemente inexpresivas, se llenan de universos oníricos.
Ojo
Okuda pintando
La primacía de la naturaleza sobre el capitalismo abusivo y derrochador. Nuestro autor y su surrealismo pop, hace una reflexión no beligerante sobre el sistema económico actual, pero reconoce estar inmerso en él. Okuda admite con franqueza, que no pretende ser un anti-sistema como Banksy.
En el siguiente enlace podéis observar un time lapse de su obra finalizada:
El Molino es sólo el comienzo de un conjunto de actuaciones que se llevarán a cabo en la comarca el próximo verano; con el impulso del propio Okuda y Celia Tejada, vendrán otros artistas invitados a colaborar en el desarrollo de esta desconocida y asombrosa zona de Cantabria, que os invito a conocer:
Dominique Gaviard nos presenta “Los dones de la mar”, que son maderas recolectadas por ella misma en sus paseos por las playas de Oyambre, Suances y Liencres. Palos, troncos o ramas recogidos en bajamar, que por sus curiosas formas llaman su atención. Unas veces abandonadas al libre moldeado de la naturaleza y otras modificadas con la mínima intervención de la artista, para que la imaginación y el subconsciente del espectador hagan el resto..
Enlazados. «Con el final de mi aliento que es el comienzo del suyo». André Breton, Nadja.
Los materiales utilizados provienen del bosque autóctono (roble, pino o castaño) y son moldeados por el bravío Mar Cantábrico, que los esculpe caprichosamente para después arrastrarlos hasta la playa y es en ese momento cuando Dominique los recoge y conserva con su color original o decide intervenir.
”Obras inacabadas claman su gran soledad. Sólo si sabemos prestarles el oído atento, nos facilitarán la clave de sus secretos encriptados”. D.Gaviard
Le gusta revestirlos con minerales de oro, plata o cobre, siempre con un tono dorado, que evoca al sol. La naturaleza aún con su sutil cincelado, está siempre presente y casi intacta en sus maderas. A Gaviard le gusta trabajar diversos materiales y el hierro es uno de sus favoritos –Julio González es su escultor de referencia-: recorre fábricas y recicla hierro, para después amartillarlo, soldarlo y moldearlo, entretejiendo la naturaleza con la forja y creando una armónica simbiosis de los materiales, como podemos apreciar en su obra «13 Esculturas»:
Enlazados
Parodiando a R.Magritte
Dominique Gaviard es una artista polifacética y audaz, que ha probado con la escultura, la literatura y en los últimos tiempos, con el grabado de estilo abstracto. Su doble formación en Filología Francesa y Española y su afición por la lectura, han marcado notablemente su obra y crea curiosos binomios escultura-literatura, con citas a André Breton o Umberto Eco, pero también de su propia creación. Aunque su intención pueda parecer pretenciosa, intenta y consigue abordar las diferentes artes desde un punto de vista holístico, quizás por un afán de búsqueda de la belleza y la trascendencia, pero sobre todo de evasión de la gris realidad cotidiana.
“A la tristeza plomiza del cielo se la da un toque carmín”. D.Gaviard