Siguiendo la estela de doña Bárbara Blomberg en Cantabria

Carlos I de España con Bárbara Blomberg

Seguimos los pasos de Bárbara Blomberg, la amante más famosa de Carlos V. Madre de don Juan de Austría, alias «Jeromín», que pasó sus últimos años en Cantabria y está enterrada en el Monasterio de Montehano.

Si hay un personaje histórico femenino, fascinante y poco estudiado, ésa es doña Bárbara Blomberg. Para poneros en antecedentes, doña Bárbara nació en Ratisbona, fruto de un matrimonio de burgueses dedicados a la compra-venta de pieles. Siendo muy joven, mostró sus grandes dotes para el canto y durante la Dieta Imperial, que constituía la asamblea de los estados imperiales bajo el mandato de Carlos V, el emperador quedó prendado de su enorme belleza y cualidades artísticas. Por aquel entonces, el emperador ya era un hombre viudo en plena madurez (46 años), aquejado de muchas afecciones, entre ellas la gota, que le obligaba a permanecer postrado durante largas temporadas. A pesar de la diferencia de edad, Bárbara apenas tenía 19 años, de su primer encuentro aquella noche, nació un idilio efímero y pasional, que culminaría con el nacimiento de Juan de Austria. El idilio y el nacimiento fueron prudentemente mantenidos en secreto. Con apenas 15 meses, el niño fue arrebatado a su madre. Tres años después, una Bárbara sola y privada del apego materno-filial, es obligada a desposarse con Jerónimo Píramo Kegel, que fue nombrado tutor de don Juan y le dio su apellido. Carlos V premió su lealtad, encubriendo sus amoríos con doña Bárbara y le otorgó el título de comisario de la corte de María de Hungría en Bruselas, donde fijó su residencia. Bárbara engendró otros dos hijos con Jerónimo, pero su felicidad volvió a ser efímera y con apenas 42 años, se quedó viuda y pocos meses después uno de sus hijos pereció ahogado en un barril de cerveza. Por iniciativa del Duque De Alba, «La Madama», que es como la apodaban en España, comenzó a recibir una generosa pensión, primero del emperador Carlos V y posteriormente de su hijo Felipe II. Bárbara aún conservaba su atractivo físico y encanto personal. Comenzó a vivir su propia vida, cambiando con frecuencia de amantes. Eran numerosos sus pretendientes en la corte de Bruselas. Allí podía disfrutar de cierta libertad, alejada de los ojos de su hijo Juan de Austria. Desgraciadamente el Duque De Alba fue persuadido de su vida «licenciosa» y «despilfarradora» y previno de su «conducta inadecuada» a Jeromín, que vio peligrar su futuro nombramiento como gobernador de los Países Bajos. Bárbara fue engañada y conducida a España, desembarcando en el puerto de Laredo en 1577 y siendo inmediatamente ingresada en el convento castellano de clausura de Santa María La Real. Su vida se tornaba de nuevo oscura y opresiva, ya que chocaba por completo con su mentalidad desinhibida y liberal.

Casa de Valle en Colindres, probable residencia de Bárbara Blomberg

La temprana muerte de don Juan de Austria, supuso finalmente su liberación. Doña Bárbara había supeditado su vida a las ambiciones de los Austrias, primero con Carlos V, que tuvo más amantes e hijos bastardos, todas ellos sacrificados y relegados a un segundo plano, en aras de la gloria del mayor imperio que jamás tuvo España, en el que nunca se ponía el sol. Antes de su etapa de clausura, Doña Bárbara había podido conocer y acudir a las fiestas de algunos de los pueblos de Trasmiera y se sintió particularmente a gusto en estas tierras. Por lo que una vez recuperada su libertad en 1580, se instaló en la casa de don Juan de Escobedo, antiguo secretario de su hijo, en la localidad de Colindres. Allí le acompañaron su hijo Conrado de Píramo, la baronesa María de Algora y sus cuatro nietos. Hoy en día se conserva el edificio, que muy probablemente sea la Casa de Valle y se utiliza como posada rural. Transcurridos 4 años, se trasladó a la localidad de Ambrosero, donde estableció su residencia definitiva, en el que hoy se conoce como «barrio de la Madama» en honor de nuestra protagonista. La casa original existió hasta el 2007, año en el que una constructora, procedió a remover los terrenos adyacentes, para la construcción de nuevas viviendas. La casa se derrumbó al carecer de cimentación propia y la Asociación Cívica Limpias 21 denunció este incidente ante el servicio de patrimonio del Gobierno de Cantabria, donde se constató que el histórico edificio del s.XVI, carecía de un status de protección especial. Lo curioso es que la casa había estado habitada unos meses antes de su derrumbe fortuito: https://www.barcenadecicero.es/barcena-de-cicero/pueblos/ambrosero.html

Bárbara Blomberg falleció en Ambrosero en 1597 y sus restos reposan en el Monasterio de Montehano, en cuya cripta de la iglesia de San Sebastián Martir, es posible contemplar la sobria y discreta lápida de granito gris, que está abierta al público todos los días. El tono monocromo y herreriano del sepulcro, es quebrantado con la nota de color de los ramos depositados en honor de esta carismática mujer, que a la postre consiguió vivir una vida de paz y armonía.

Tumba de doña Bárbara Blomberg en Montehano

Publicado por

Casilda Escalante

Soy antropóloga, aunque me dedico profesionalmente al sector turístico. Este blog pretende englobar todo lo que tiene que ver con el arte, la etnografía y la cultura de mi región. Porque el paisaje y la naturaleza de Cantabria es también un "arte vivo" que es necesario preservar...

4 comentarios en «Siguiendo la estela de doña Bárbara Blomberg en Cantabria»

  1. Una gran desconocida, pero con una vida muy intensa e interesante. Daría para una gran pelicula/serie televisiva. Gracias Cas por compartir!

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  2. Muchas gracias por tu comentario, Belén, efectivamente su interesante vida, daría para una adaptación cinematográfica, con muchos de los escenarios en su amada Cantabria…

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  3. Su sepulcro está en el Convento de los Capuchinos de Montehano. Cuando no estaba claro dónde se encontraba su sepulcro, dudaban entre dos ubicaciones, el P. Jacinto de Fontanil hizo una investigación, que fue su tesis de fin de carrera, y confirmó,sin género de duda, que estaba en Montehano.

    El P. Jacinto fue el fundador del Colegio San Antonio de Santander y de la Congregación religiosa femenina Capuchinas Misioneras del Trabajo.

    Próximamente los Hermanos Capuchinos publicarán un libro sobre la historia del colegio San Antonio y en él hay un capítulo dedicado al trabajo del P. Jacinto sobre Bárbara de Bloomberg.

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